TIEMPO DE ELECCIONES
16 | 08 | 2011
Los candidatos para gobernadores y alcaldes, cuya
elección tendrá lugar en el mes de octubre, han puesto en marcha sus campañas
políticas y la presentación de sus propuestas de gobierno. Frente a este hecho
no podemos ser indiferentes, ya que, en una democracia, el poder escoger a los
gobernantes es uno de los medios más importantes para garantizar la
construcción de la patria de acuerdo a los ideales y valores que nos pueden
permitir vivir en paz y en un creciente progreso.
Todos sabemos que Colombia camina en un proceso
histórico complejo en cuanto entraña al mismo tiempo grandes posibilidades y
males endémicos. En este mismo momento nos alegra, entre otras cosas, que se
sostenga la institucionalidad, que en cierta forma aguante la economía, que se
implementen soluciones a graves situaciones humanitarias. Pero nos preocupa la
violencia que no termina, la pobreza extrema de un gran número de personas, la
escandalosa corrupción en la contratación pública.
Tanto lo bueno que tenemos como lo malo que nos
aflige nos motiva a intervenir decididamente para que las elecciones den el
mejor resultado para la Patria. La Iglesia no debe afiliarse con ningún partido
o candidato en particular, pero tiene una importantísima forma de participar,
tanto por lo que se refiere a los sacerdotes como a los laicos, y que se puede
realizar a través de tareas como las siguientes:
1. Educar
personas libres y responsables que se sientan y sean los mejores ciudadanos y
quieran intervenir activamente en la vida del país con su honestidad, su vida
familiar, su trabajo, su compromiso social, su participación en todo lo que
atañe al bien común.
2. Hacer que
la campaña se desarrolle en un clima de diálogo, de respeto, de altura, en la
que se puedan presentar las propuestas que permitan resolver los problemas que
afectan a la sociedad, y buscar que no perturben el sistema vínculos con
agentes y organizaciones criminales.
3. Ayudar en cuanto nos sea posible para que los
actores armados ilegales no impidan en los diversos sectores y barrios el
ejercicio libre del derecho a votar y que no pretendan manipular el proceso
para que sean elegidos quienes representan sus intereses egoístas.
4. Acompañar los candidatos católicos para que
tengan siempre un comportamiento honesto, configuren sus programas de acuerdo
con los principios cristianos e incorporen sólidos contenidos sociales y
logreen, si son elegidos, desarrollar un buen gobierno para todos.
5. Ayudar en la formación de la opinión pública para
favorecer la verdad y la libertad en la presentación de las plataformas de
gobierno y en la elección de los candidatos, a fin de garantizar que tengamos
como autoridades a los más competentes y capaces para ocupar los cargos
públicos.
6. Disponer los ánimos para acoger con generosidad
patriótica a quienes vengan elegidos y ofrecerles la mejor colaboración para
favorecer la honradez frente a la corrupción, la libertad frente a la
manipulación del Estado, el bien común frente a intereses particulares, la
construcción de la paz y la reconciliación frente a la violencia.