VOTAR CON RESPONSABILIDAD
10 | 10 | 2011
No es verdad, como está diciendo públicamente un
candidato, que yo le he prometido mi voto y mi apoyo. Desde la misión propia
que tengo de ayudar a formar la opinión de los católicos de la Arquidiócesis de
Medellín, en dos artículos anteriores me he referido a la responsabilidad que
tenemos frente a las próximas elecciones. También hoy quiero proponer algunas
orientaciones, con independencia de grupos y candidatos, que iluminen el
ejercicio democrático, dentro de los principios y valores de nuestra fe
cristiana. Ante los riesgos que representan para las elecciones el fraude
electoral, la violencia armada, las campañas mal intencionadas, debemos ser más
conscientes del derecho y del deber de votar para promover el bien común y
lograr un país en paz.
¿Cómo votar? Debemos votar guiados por la
conciencia, es decir, con libertad frente a la propaganda, que a veces engaña,
y a las manipulaciones originadas en diversos intereses. Votar en conciencia es
elegir a los candidatos que respeten la dignidad integral de las personas y que
trabajen seriamente por el bien de la comunidad.
Debemos evitar los vicios y delitos electorales como
el abstencionismo, la compra y venta de votos, el trasteo de votos y votantes,
la suplantación de sufragantes.
Debemos ejercer el derecho al voto con razones y
motivaciones que broten del Evangelio. Renunciar a la participación en política
es negarle un servicio a la justicia y al progreso en nuestra patria.
Debemos elegir conscientemente, como ha dicho la
Conferencia Episcopal de Colombia, “la honradez por encima de la corrupción, la
verdad frente a la mentira, la vida frente a la muerte, la libertad y la
democracia frente a la manipulación y a la utilización del Estado al servicio
de intereses particulares”.
Debemos votar en un clima de respeto, de diálogo y
de espíritu cívico. Resulta útil dialogar en familia y con los amigos la visión
que tenemos de los candidatos y sus programas y los criterios con que daremos
nuestro voto.
Debemos orar mucho por Colombia, para que por el
respeto a la dignidad de todas las personas, la promoción de un desarrollo
integral, la erradicación de la corrupción y la instauración de una cultura de
la solidaridad, llegue por fin a vivir en paz.
Debemos aceptar los candidatos que vengan elegidos y
disponernos a cooperar con ellos para lograr una democracia participativa y
solidaria, para apoyar los programas que se orienten a un desarrollo verdadero
e integral y a la construcción de una paz estable.
¿Por quién votar? Por quien vemos que tiene las
capacidades para responder a las necesidades y problemáticas más urgentes de la
región, manteniendo la independencia frente a los intereses y presiones de
grupos al margen de la ley.
Por quien propone planes consistentes de gobierno y
de desarrollo, que creemos garantizan la inclusión social, la erradicación de
la pobreza y un camino viable para superar las causas del conflicto y de la
violencia en el país.
Por quien se comprometa, con un buen equipo de
personas limpias y competentes, a la búsqueda del bien común, a evitar la
corrupción, a educar en valores, a defender la vida y la familia y a atender a
los más necesitados.
Por quien esté en capacidad de realizar con
eficacia, más que acciones y obras públicas, procesos serios de educación, de
reconciliación y de justicia social, a los que se les pueda hacer seguimiento y
exigirles un adecuado cumplimiento.