RECOMENDACIONES FRENTE A CIERTOS MOVIMIENTOS CISMÁTICOS
28 | 05 | 2012
Ante la proliferación y
la acción de supuestos sacerdotes y de sacerdotes de movimientos cismáticos que
no están en comunión con el Papa Benedicto XVI y con el Arzobispo de Medellín y
que, denominándose y presentándose como católicos, generan confusión y engaño
en muchos fieles de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, conviene tener en
cuenta los siguientes criterios y pautas para actuar:
1. Debemos desear
ardientemente, pedir con confianza y trabajar con empeño la gracia de la unidad
entre todos los que creemos en Cristo. Nuestras divisiones son un motivo de
escándalo para el mundo.
2. Debemos ser
profundamente respetuosos de la dignidad de toda persona, de la libertad
religiosa y de las disposiciones legales que en Colombia protegen los derechos
de los diversos grupos religiosos.
3. Debemos evitar
agresiones verbales o físicas contra los miembros de dichos movimientos
cismáticos, buscando dar un claro testimonio de la vida nueva que nos enseña el
santo Evangelio.
4. Debemos explicar a
los fieles católicos por qué no se debe asistir a sus celebraciones o valerse
de sus servicios, utilizando un aviso muy preciso como éste: “Tal comunidad que
dice llamarse católica no está en comunión con el Papa Benedicto XVI y con el
Arzobispo de Medellín, Mons. Ricardo Tobón Restrepo. Por tanto, no está unida a
la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo, que subsiste en la Iglesia
Católica Apostólica y Romana y que se congrega en torno al Obispo de Roma, que
es el Papa.
5. Debemos tener
presente cuanto enseña el Catecismo (162): “La fe es un don gratuito que Dios
hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo advierte de
ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la
conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1
Tm 1,18-19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos
alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (cf.
Mc 9,24; Lc 17,5; 22,32); debe estar enraizada en la fe de la Iglesia”. Por
tanto, es preciso escuchar al propio Obispo como sucesor de los Apóstoles y a
los sacerdotes nombrados por él para pastorear las parroquias.
6. Debemos recordar a
los fieles católicos, tanto clérigos como laicos, que se debe estar en comunión
con nuestra Iglesia en la profesión de fe, en los sacramentos y en el régimen
eclesiástico. Quienes se unan y acepten las creencias y disposiciones de un
grupo cismático o herético incurren en excomunión a tenor del canon 1364 del
Código de Derecho Canónico.
7. Debemos estar
atentos a los sacerdotes que van a celebrar la Eucaristía u otro sacramento en
las parroquias y capellanías; por consiguiente, los párrocos, los capellanes,
las superioras religiosas les deben pedir siempre que presenten las licencias
ministeriales expedidas en la Curia arquidiocesana.
8. Debemos cultivar en
nuestros fieles un profundo sentido de pertenencia a la Iglesia, invitándolos a
profundizar la doctrina católica, a mantener la comunión con el Papa, a no
arriesgar su fe participando en reuniones y celebraciones de otros grupos
religiosos y a no exponerse a engaños buscando servicios religiosos fuera de su
parroquia.
9. Debemos revitalizar
la acción pastoral, organizar cada vez mejor los servicios de las parroquias y
atender debidamente a los fieles, llevándolos a una real participación en la
vida eclesial, para que sepan discernir y optar ante engaños o ambigüedades en
materia religiosa y, sobre todo, para que pertenezcan a la Iglesia no por
obligación sino por atracción.
10. Debemos informar a
los fieles católicos que están en comunión con el Papa Benedicto XVI, que la
Arquidiócesis de Medellín no puede reconocer como propios los actos que
realizan supuestos sacerdotes y sacerdotes de movimientos cismáticos, tales
como bautismos, confirmaciones, eucaristías, matrimonios, celebraciones
penitenciales, obras sociales y colectas. La Arquidiócesis tampoco es
responsable de los efectos que de estos actos se deriven.