El pasado domingo 13 de noviembre se celebró la jornada mundial del pobre, un espacio que nos reunió como familia arquidiocesana en torno al cuarto aniversario del hogar de acogida Monseñor Valerio Jiménez el cual trabaja con población migrante y en situación de calle.
recordemos que esta obra de la arquidiócesis de Medellín nace en el año 2018 gracias a la iniciativa de nuestro arzobispo, Monseñor Ricardo Tobón restrepo quien pensando en estas dos poblaciones, decidió dar luz verde a la creación del hogar.
en la eucaristía de acción de gracias, celebrada en la catedral metropolitana, Monseñor Ricardo nos recordó la importancia de pensar y ayudar a todo aquel que nos necesita, no sólo desde lo económico sino desde lo espiritual y lo fraternal.
precisamente el Hogar Valerio Jiménez trabaja en el proceso de resocialización de las personas en situación de calle proporcionándoles alimentación, autocuidado y catequesis. de la misma manera se atiende a la población migrante, que por estos días acude al hogar de manera masiva tras incrementarse el tránsito por nuestra ciudad en busca de un destino común como lo es la selva del Darién.