El pasado domingo 24 de agosto se llevó a cabo el Jubileo para los Catequistas de la Arquidiócesis de Medellín. Este gran acontecimiento jubilar, al que asistieron más de 1.500 catequistas, comenzó en el atrio de la Catedral Metropolitana donde se llevó a cabo un acto cultural a cargo de un grupo de trovadores quienes con mucha alegría hicieron eco de la gran invitación de este año a ser anunciadores con esperanza del Reino de Dios.
Posteriormente, se realizó el signo de peregrinar con la cruz hacia el interior de la Catedral donde se llevó a cabo una catequesis por parte del Pbro. Brandon Hernández en torno al relato bíblico de Emaús que nos invita a catequizar y a mostrar un Jesús resucitado, que es mucho más que el profeta poderoso que habían perdido los discípulos, y entender que Él es el único que puede reavivar la llama del corazón por el amor de Dios.
Finalmente, se celebró la eucaristía jubilar por parte de Monseñor Ricardo Tobón Restrepo quien insistió en que a ser catequista es una misión en la que Dios, en su infinita bondad, confía sus hijos para mostrarles cómo pueden vivir plenamente el Evangelio y cómo pueden entrar por la puerta estrecha hacia la vida nueva y la salvación. Monseñor centró su mensaje en que la misión de catequizar nos debe llenar de alegría, pero también de responsabilidad y confianza puesto que: “quien los envió a la misión también les dará las gracias para llevarla a cabo”.
Esta fue la celebración principal que, junto al VII Simposio de Evangelización y Catequesis, que se llevará a cabo el próximo 30 de agosto y las noches del catequista vicariales, culminan el compendio de encuentros para celebrar el Mes del Catequista por parte de la Delegación Arzobispal para la Catequesis.
