Uno de los principales valores de todo ser humano es la caridad, esa que nos permite expresar el más profundo amor y misericordia con aquel que nos necesita, no sólo económicamente, sino el que está sólo, el que requiere de alguien que le escuche y le brinde un buen consejo, aquel que necesita de alguien que le regale una sonrisa genuina, desinteresada.
En todas las parroquias de la arquidiócesis viviremos intensamente esta propuesta pastoral a través de los instructivos que se repartieron a los párrocos y que vinculan a la comunidad en general. Este mes será una buena oportunidad para revitalizar la vida parroquial, su dinamismo misionero, su capacidad de acompañamiento pastoral.
Se hará un énfasis en la dimensión social de la evangelización dando una especial atención a los grupos del área pastoral de acción caritativa: Servidores de los pobres, pastoral de la salud, escuelas de vida, artesanos del perdón y colaboradores de la comunidad.
El mes misionero será también una oportunidad de mirar nuestra propia realidad con una lectura creyente de la misma, bajo el método » ver, juzgar, actuar».
